Modelo Factorial del Progreso de la Innovación de los Países

La innovación se ha consolidado como una posibilidad para mejorar el desempeño de las economías de los Países (Arana Barbier, 2023; Gutiérrez Flores & Flores Pérez, 2019; Radas & Božić ; 2009), sin embargo, no todos estos logran incrementar el grado de esta variable al mismo nivel que otros. Este estudio analiza factores clave que influyen en el avance de la innovación en 131 países en 2022 para contribuir con el mejoramiento de su desempeño. Se realizará un análisis multivariado mediante Modelización de Ecuaciones Estructurales (PLS-SEM), donde los resultados buscan destacarán el efecto positivo significativo de la Infraestructura Tecnológica en el nivel de innovación, evidenciando que las adquisiciones gubernamentales de tecnología avanzada, combinadas con altos estándares en la calidad de las escuelas de negocios y la seguridad en los servidores de internet, impulsan el desarrollo del constructo de innovación. La investigación desafía las conclusiones de investigaciones previas al sugerir que un entorno económico propicio para las empresas no es suficiente para estimular la innovación en un país. Estos resultados subrayarán la importancia crítica de la inversión estratégica en infraestructura tecnológica y educación empresarial para fomentar un entorno nacional propicio para la innovación.

La innovación ha desempeñado un papel fundamental en el crecimiento económico al introducir nuevos productos y tecnologías que mejoran la eficiencia productiva (Moya-Clemente et al., 2020; Jorda-Borrela & Lopez Otero, 2020). A lo largo del tiempo, este fenómeno ha sido objeto de intensos debates en las ciencias sociales (Meneses Rocha, 2018). Rojo Gutiérrez et al. (2019) sostienen que la innovación es esencial para la competitividad de los países, ya que optimiza los procesos de producción y aumenta la rentabilidad.
A pesar de su importancia, la inversión en innovación, especialmente en investigación y desarrollo y educación, se percibe a menudo como costosa y arriesgada (Arana Barbier, 2023). Esta percepción puede desincentivar a empresas e inversores, impidiendo la asunción de riesgos necesarios para fomentar la innovación. (Tello Gamarra, et al., 2019 )
Los países líderes en innovación suelen contar con sólidos procesos innovadores, instituciones académicas y de investigación de alta calidad, empresas innovadoras y una cultura empresarial propicia (OCDE, 2021; CEPAL, 2022 y Jordá-Borrella et al., 2020). No obstante, esta prosperidad innovadora puede generar reticencias a la inversión extranjera, generando una compleja relación entre innovación y crecimiento económico (Shi & Li; 2023).
Aunque los avances tecnológicos pueden incrementar la eficiencia y productividad económica, el verdadero motor de la innovación radica en el nivel educativo de la población(Rincón Soto et al., 2022). Según Bate et al. (2023), países con poblaciones más educadas exhiben un rendimiento superior en innovación, destacando la inversión en Investigación de Desarrollo como un determinante crucial, independientemente del nivel de ingresos del país.
Las empresas, para innovar, requieren recursos financieros, capital humano y tecnologías avanzadas, elementos que pueden ser escasos en naciones con menos recursos(Versino et al., 2023; Rodríguez, 2023). Además, la innovación a veces es percibida como amenazante por incumbentes en mercados establecidos, desincentivando así la innovación (Chaminade, 2012). Los incentivos fiscales y políticas gubernamentales, en algunos casos, resultan insuficientes para estimular la innovación, llevando a las empresas a optar por tecnologías existentes en lugar de innovar (Pulido & Mora; 2019), así pues, a pesar de la innegable relación entre innovación y crecimiento económico, diversos desafíos y obstáculos dificultan la realización de una conexión efectiva entre ambos en determinados países (Addison & Heshmati, 2003). Un ejemplo es el gasto en educación de tercer nivel, que a largo plazo se traduce en inversión en I+D, afectando significativamente al crecimiento económico (Rojas et al., 2018). En este contexto, el problema central que aborda la presente investigación es analizar la magnitud de la influencia de la innovación en el crecimiento económico de los países estudiados, particularmente aquellos reconocidos como líderes en innovación a nivel mundial.