Detalles del proyecto
Resumen de proyecto
Durante los últimos dos años, la justicia peruana ha sufrido una transformación radical. Ni los expedientes ni las audiencias son presenciales, todo ahora es virtual. Sin embargo, aún no se ha realizado ningún estudio que analice el impacto que ha tenido dicho cambio en la justicia nacional. No sabemos si las herramientas virtuales han acercado la justicia a los más necesitados, si los procesos ahora son más rápidos, si los testimonios son más fidedignos, si el presupuesto asignado rinde con más facilidad o si se ha logrado reducir la carga procesal con la virtualidad. La presente investigación pretende llenar este vacío. Para ello, se realizará una comparación, tanto cualitativa como cuantitativa, de la justicia peruana virtual versus la justicia peruana presencial. De esta manera, se podrá determinar, de forma objetiva, cuál de las dos modalidades es la más adecuada para una justicia más accesible, cercana y real.
Descripción
Con la pandemia, el Poder Judicial optó por la virtualidad (vigente hasta el 2023, según la Resolución Administrativa 17-22-CSJ) . Durante los últimos dos años, casi todos los escritos se han presentado ante una "Mesa de Partes Virtual", todas las audiencias se han realizado bajo una sala "Google Meet", las sentencias ahora son notificadas vía correo electrónico y ya ya no se habla con jueces previa cita presencial son el Secretario del Juzgado, sino ahora basta con llenar un formulario desde el teléfono celular.
Lo mismo ha pasado respecto de la justicia privada. Los centros de conciliación ahora celebran audiencias virtuales, los centros arbitrales sólo tienen expedientes digitales y la mayoría de Estudios de abogados han remodelado y reducido sus oficinas, creando modalidades como la del "smart work", donde las personas sólo acuden presencialmente si lo consideran necesario, o han sustituido sus oficinas por "Directorios y salas de audiencias Zoom", mientras todos sus abogados trabajan desde el hogar.
Aunque pueda parecer natural (pues todos usamos ahora un teléfono celular), se trata en realidad de un profundo cambio en la justicia nacional. Durante milenios, la justicia se ha hecho con audiencias, escritos y papel. Ahora, en cambio, las audiencias son pantallas, audios e internet. ¿Cómo afectan tales cambios a nuestros derechos fundamentales? ¿Nos convienen? Y en caso así sea, ¿Qué podemos hacer para mejorarlo? Esas son las preguntas que pretende abordar esta propuesta de investigación. La justicia se está transformando a nivel universal, pero nadie, absolutamente nadie, está estudiando dicho cambio.
Lo mismo ha pasado respecto de la justicia privada. Los centros de conciliación ahora celebran audiencias virtuales, los centros arbitrales sólo tienen expedientes digitales y la mayoría de Estudios de abogados han remodelado y reducido sus oficinas, creando modalidades como la del "smart work", donde las personas sólo acuden presencialmente si lo consideran necesario, o han sustituido sus oficinas por "Directorios y salas de audiencias Zoom", mientras todos sus abogados trabajan desde el hogar.
Aunque pueda parecer natural (pues todos usamos ahora un teléfono celular), se trata en realidad de un profundo cambio en la justicia nacional. Durante milenios, la justicia se ha hecho con audiencias, escritos y papel. Ahora, en cambio, las audiencias son pantallas, audios e internet. ¿Cómo afectan tales cambios a nuestros derechos fundamentales? ¿Nos convienen? Y en caso así sea, ¿Qué podemos hacer para mejorarlo? Esas son las preguntas que pretende abordar esta propuesta de investigación. La justicia se está transformando a nivel universal, pero nadie, absolutamente nadie, está estudiando dicho cambio.
Estado | Finalizado |
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Fecha de inicio/Fecha fin | 1/04/22 → 15/03/23 |
Palabras clave
- Justicia virtual
Áreas y líneas de investigación
- Reforma del estado
- Gestión pública
- Innovación: tecnologías y productos
Tipo de investigación
- Aplicada
Huella digital
Explore los temas de investigación que se abordan en este proyecto. Estas etiquetas se generan con base en las adjudicaciones/concesiones subyacentes. Juntos, forma una huella digital única.